El pasado 21 de noviembre tuvimos el placer de contar con la presencia de Pascual Ortuño, actual magistrado de la sección 12ª de la Audiencia Provincial de Barcelona, especializada en derecho de la persona y de la familia. Vino a hablarnos de Mediación, y en particular, del libro que ha escrito sobre el tema, titulado “justicia sin jueces”. Presentó el acto nuestro presidente Aladino Colin y nuestra vicepresidenta Margarita Pérez-Salazar.
Este libro no es un libro jurídico, es para los ciudadanos que tengan un conflicto y no quieran cometer el error de pensar que la justicia tradicional se lo va a solucionar. Nuestro ponente, hombre culto y didáctico, nos contó cómo la diosa Atenea regaló la justicia a los hombres, pero puso como condición ser parte de todos los jurados y que estos fueran impares. Con la salvedad de que Atenea advirtió de que nunca se personaría en dichos juicios, aunque sí votaría en favor del acusado. Uno de los orígenes del tan conocido latinajo “in dubio pro reo”
La mediación requiere negociación y acuerdo entre las partes, sin embargo, en España solo hay una facultad de derecho donde se forme en negociación, que es la Universidad Pompeu Fabra. En otras profesiones es más común dar esta formación, tanto arquitectos como ingenieros o economistas la suelen demandar, pero no tanto en la abogacía tradicional, más interesada, en general, en ganar juicios que en llegar a acuerdos.
Ortuño recomienda a los abogados escuchar al cliente y entender bien el conflicto antes de plantear nada. Nos contó varios ejemplos en los que la mediación ayudó a resolver conflictos que las sentencias serían incapaces, desde herencias papales, a temas más controvertidos e incluso polémicos como la mediación en casos de mujeres maltratadas, pero que en según que ocasiones, prefieren llegar a acuerdos que resolver sus problemas mediante sentencias, ya que la ley no prevé todos los casos posibles. Por otra parte, hay determinados juicios que solo pueden acabar en el juzgado. Al final nos dio una clave para saber cuándo la mediación es mejor para solucionar conflictos y es cuando después del conflicto las partes tengan que mantener relaciones a largo plazo.
Por último, abogó por establecer equipos multidisciplinares que complementen al juez en la toma de decisiones, tales como trabajadores sociales, psicólogos o incluso economistas.