Escuchar el currículum académico e investigador del ponente nos generó unas expectativas que luego fueron completamente satisfechas en un acto organizado por Institución Futuro, Sociedad Civil Navarra y nosotros. El abogado granadino hizo una exposición documentada y datada de afirmaciones sobre el sistema judicial de la OCDE, España y Navarra que no dejaron indiferente a nadie. Empezó por recordar al premio Nobel de economía de 1993 Douglas North, el cuál logró el Nobel por demostrar cómo el liberalismo económico y las instituciones sólidas (informales como formales) son clave para el desarrollo de las sociedades a largo plazo. Partiendo de esa premisa, ¿cómo es la institución justicia en España? Un país sin una justicia de calidad no puede prosperar socio económicamente. Según los datos presentados la justicia en España es muy desigual a nivel provincial, a pesar de que es un servicio estatal pudimos ver en un mapa claramente zonas en las que la justicia tenía importantes atascos y otras en las que su diligencia era superior a la media europea, entre estas últimas Navarra. España es el tercer o cuarto país (según el año) más litigioso de la UE. Esto puede favorecer el colapso. En Madrid hay más abogados colegiados que en toda Francia, pero esto es porque cogemos los dos extremos en uno y otro sentido.
Una justicia ineficiente perjudica a la economía, y vimos datos como la afectación que sufre el sector de la vivienda donde si hubiera más justicia habría más alquileres en provincias como Madrid (se pierden 3400 alquileres por inseguridad jurídica), Barcelona (3100), o Valencia (1400). Esta inseguridad también afecta al tamaño de la PYME (se reduce hasta el 2,8%) y menos tamaño es igual a menos productividad y competitividad. Y también afecta al emprendimiento con una reducción de hasta el 7% en emprendedores a consecuencia del miedo a la inseguridad jurídica. Juan Mora-Sanguinetti siguió presentando gráficas como la que demostraba (con un estudio elaborado con 653.000 empresas) que existe una relación inversamente proporcional entre la inversión empresarial y la congestión judicial. El dato que nos dejó muy preocupados es el ansia legisladora que ha multiplicado por tres y por cuatro el número de leyes aprobadas en los últimos cuarenta años, generando un compendio legislativo de cientos de millones de páginas imposibles de abarcar. Esto no es tanto por el legislador estatal como por las autonomías y otras instancias. Generando una maraña legislativa que plasmó gráficamente con las telas de araña que se crean en cada provincia en las que las empresas quedan atrapadas en su intento de expandirse por el territorio nacional. Esto es así en todas las provincias menos en dos, Navarra y Asturias. Otra vez salimos los navarros muy bien situados. Y ya llegados a este punto, Mora-Sanguinetti nos alertó de que la legislación está mal redactada, con leyes que son difíciles de entender por cómo se han hecho. Un autentico caos.
España invierte más o menos la misma cantidad en Justicia que otros países similares, pero invierte distinto. Las soluciones vendrán de invertir en digitalización, automatización, en definitiva una transformación digital del sistema judicial. Propuso mejorar en la identificación de casos problemáticos mediante estadística de datos, para evitar que un juzgado se atasque con una quiebra empresarial. También alentó a buscar vías alternativas a la justicia tradicional como el arbitraje, la mediación o las conciliaciones. Las cuales no funcionan en España por motivos más culturales que de otro tipo.