Encabezó la sesión nuestro presidente Aladino Colín presentando al ponente y agradeciendo el apoyo de Aquambiente a esta iniciativa que ya tiene siete años de historia. Se le dio paso a Iñaki Gabilondo y por último cerró la exposición Gonzalo Reguera. Como en otras ocasiones los asistentes preguntaron al finalizar al ponente que respondió a todas las cuestiones planteadas.
Gabilondo comenzó diciendo que no conocía el Panel y le había impresionado. Comenzó hablando de España, un país que según él ha aprendido a dividir, pero no a sumar. No hay futuro si no hay acuerdos. Cuando nos hemos unido hemos sorprendido al mundo, como ocurrió con la transición democrática.
Los panelistas señalan una leve pérdida de nivel de vida. Aunque, por otro lado, reconocen a Navarra como una región bendecida. Navarra, una región con más partidos políticos que merindades. Una complicación para el consenso. También se manifiesta en el panel los problemas del envejecimiento poblacional, el paro juvenil, las necesidades de inversiones empresariales, etc. Un problema añadido es la desafección con la política, de una gravedad superior si tenemos en cuenta que todo lo que se anhela solo puede hacerse desde la colaboración público-privada.
Para la política el fin del mundo es la próxima cita electoral. De esa forma, no trabajamos en el largo plazo. Una política cortoplacista no puede solucionar los problemas de fondo. China no tiene opinión pública, pero trabaja a largo plazo. Las empresas también tienen al corto plazo con sus bonos e incentivos trimestrales para sus ejecutivos. ¿Cómo se puede construir si todo el mundo mira al corto plazo?
Hay que saber mirar por encima y hacia el horizonte. Las empresas deben ganar dinero, porque es básico para su supervivencia, pero también deben mirar por mejorar la sociedad. Cataluña está en un momento de diálogo, pero si no hay unión entre los políticos no servirá de nada. La desunión genera un gran desgaste a los políticos y a la postre a la democracia. Se acepta comúnmente que el gobierno construya y la oposición destruya. Las autonomías buscan tener más poder y eso también genera fragmentación. ¿Cuál es la solución de Cataluña? No la hay, la tenemos que construir entre todos. La pregunta no es qué va a pasar sino qué vamos a hacer. ¿Dónde queremos ir? ¿Con qué proyectos colectivos?
Decía Einstein que es más fácil disolver el átomo que un prejuicio. El Covid-19 tenía que haber disuelto muchos prejuicios, pero no ha sido así. En todo el mundo hemos visto que los que mandaban no han sabido gestionarlo, pero los que estaban en la oposición tenían todas las soluciones. Hay que rebajar el grado de la discusión y apostar por la sanidad pública. Estamos en peligro por la polarización política.
La desigualdad es el mayor riesgo para el desarrollo económico mundial.
El cambio climático era de hippies hace unos años, pero hoy no se discute. Hay que pensar en global y actuar en local, como se ha hecho en Tierra Estella facilitando el acceso a internet a pequeñas poblaciones.
Hay muchas respuestas, pero hay que articularlas, integrarlas, ponerles un proyecto y evitar que sea una batalla de tuyo contra mío.
Gabilondo señaló que le había parecido ultramoderno que nuestros panelistas destaquen a la familia y los amigos como pilares de la sociedad. Una sociedad que está escorada hacia las tecnologías, un mundo ultra financiado y ultra tecnificado. Él demanda una sociedad con músculo humanista, que también reclaman los más avanzados tecnólogos mundiales que él ha podido entrevistar. Y terminó su conferencia destacando que las cosas más importantes de la vida no son cosas.