La Asociación Co.CiudadaNA ha editado su segundo Paper titulado “Dinámicas del Sistema Político de Navarra”. Se trata de un estudio exhaustivo sobre el comportamiento electoral de Navarra en estos cuarenta años de democracia. Su objetivo entender el presente y las próximas tendencias de futuro. Se encuentra alojado en la página de la asociación, https://www.cociudadana.es/wp-content/uploads/2018/06/PaperWeb.pdf
Una de las primeras reflexiones del documento, pasa por entender cómo la sociedad navarra de los años 80 en nada tiene que ver con la actual. Mucho más envejecida; con otras ocupaciones laborales; otras pautas sociales y culturales. En definitiva, son otras las políticas públicas que Navarra necesita y que tardan en acometerse.
Por otro lado, el Paper recuerda que, ante la actual pugna política en torno al llamado “Régimen del 78”, el referéndum para la reforma política contó con el apoyo de más de nueve de cada diez electores en Navarra. También cómo la constitución española se aprobó con las tres cuartas partes de los votos válidos de los navarros y navarras. La transición española no puede calificarse como pacífica, por la frecuencia de la actividad terrorista. Por todo ello, en estos momentos, en que se denuesta la Transición hay que recordar el esfuerzo cívico de muchos ciudadanos y ciudadanas por la misma y su radical base democrática.
Del texto constitucional resultante ningún partido pudo decir que fue una obra exclusivamente suya, pero todos ellos, como consecuencia del acuerdo, la transacción y la cesión, habían llegado a un punto de encuentro final, plasmado en la redacción suficientemente satisfactoria para todos, que se sometió a la votación de los representantes de la soberanía popular. Algo que debe inspirar los intentos de próximas reformas constitucionales. La cuestión de la incorporación de Navarra a Euskadi, también se resolvió con un acuerdo entre partidos nacionalistas y no nacionalistas.
Los mapas electorales, expuestos en el Paper, nos recuerdan el peso de la historia y el resultado de la diversidad geográfica, lingüística, sociocultural de Navarra. Por más que haya cambiado la sociedad a lo largo de estos cuarenta años. Se produce una situación de bloques de fuerzas similares (izquierda-derecha-nacionalismo) ninguno de estos ejes va a desparecer. Lo que va a requerir de entendimiento para desarrollar un proyecto al servicio del bien común en Navarra.
Estamos, por otro lado, ante un escenario político nuevo. La diferencia estriba en la separación entre vieja y nueva política. El bipartidismo puede darse por acabado. Las diferencias entre “vieja política” y “nueva política” se plasman de manera generacional. Se puede decir que cada generación vota de manera diferente.
Como corolario, el actual sistema político muestra su incapacidad para buscar acuerdos y encontrar los puntos de entendimiento. No han buscado grandes acuerdos para regenerar el sistema democrático en el que se ha abierto una vía de agua en la confianza hacia las instituciones democráticas. Para remediarlo se necesita coraje político. También voluntad de pacto que permita el acuerdo entre quienes defienden propuestas diferentes y aun encontradas, pero se reconocen como adversarios, no como enemigos. Se necesita estar dispuestos a llegar a los acuerdos que permitan mejorar la sociedad y exigir responsabilidades a los partidos y a sus dirigentes.
