Ni todo lo privado es malo, ni todo lo público es bueno
Se suele contar que en cierta ocasión, en la Unión Soviética, a la hora de programar los objetivos de producción en un Plan Quinquenal, los altos funcionarios se olvidaron de incluir los alfileres. De tal modo, que los soviéticos estuvieron cinco años sin alfileres. Tan exagerada es la anécdota que hace dudar de su verosimilitud, pero es elocuente. No todo puede ser absorbido por el Estado. Las consecuencias trágicas de